Furor entre los amantes de las setas: el paraíso a dos horas de Madrid que no te puedes perder
Combina lo mejor de la naturaleza con el encanto de un patrimonio único
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El otoño, que comenzó el 22 de septiembre, es una de las estaciones favoritas de los amantes de la naturaleza, pues los bosques caducifolios se llenan de colores marrones, rojizos, ocres y amarillos. Con temperaturas agradables, es un momento ideal para disfrutar de actividades al aire libre, como la recolección de setas. En España, los aficionados esperan todo el año para que en los meses septiembre y octubre, especialmente en zonas montañosas, comiencen a aparecer especies como níscalos, boletus, colmenillas y setas de cardo. A menos de dos horas de Madrid, la Sierra Norte de Guadalajara se ha convertido en un destino muy popular entre recolectores.
En particular, los «Pueblos Negros», como Campillo de Ranas, Cantalojas y Valverde de los Arroyos, destacan no sólo por su arquitectura de pizarra negra, sino también por la abundancia de setas. Para recolectar setas en esta zona es necesario obtener un permiso micológico, gestionado por la Mancomunidad de la Sierra Norte. Los permisos, que son personales e intransferibles, se pueden solicitar online o en puntos locales. Su coste varía entre 5 euros por un día y 60 euros por toda la temporada. Además de las setas, la Sierra Norte ofrece paisajes impresionantes y es conocida por su gastronomía, especialmente el cochinillo y cabrito asado.
‘Los Pueblos Negros’, el destino perfecto para el otoño
Con la llegada del otoño, los paisajes de la Sierra Norte de Guadalajara se transforman en una explosión de colores cálidos que atraen a aquellos que buscan disfrutar de la naturaleza. Los «Pueblos Negros» reciben su nombre por la oscura tonalidad de sus construcciones, realizadas con pizarra negra, un material abundante en la región.
Entre los pueblos más destacados se encuentran Campillo de Ranas, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos, Tamajón y Cantalojas. Todos ellos han sabido mantener su esencia tradicional, con casas de piedra y calles empedradas que invitan a perderse en su encanto rural. Cada uno de estos pueblos ofrece una experiencia única, siendo especialmente atractivos para aquellos que buscan desconectar y disfrutar de la calma que proporciona su entorno natural.
Estos pueblos albergan un patrimonio histórico que merece la pena conocer. Muchas de las construcciones de la zona datan de la Edad Media, lo que añade un componente cultural al viaje. Tamajón, por ejemplo, es conocido por su Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo del siglo XIII que combina elementos góticos y renacentistas. Estas construcciones históricas se encuentran enmarcadas en paisajes naturales que parecen sacados de un cuento.
Naturaleza
El entorno natural de la Sierra Norte de Guadalajara es impresionante en cualquier época del año, pero es en otoño cuando realmente alcanza su máximo esplendor. El Parque Natural de la Sierra Norte es un destino ideal para los amantes del senderismo, con rutas que atraviesan bosques de hayas, robles y castaños. Los paisajes cambian radicalmente con la llegada del otoño, ofreciendo una experiencia visual incomparable.
Uno de los itinerarios más recomendados es la que lleva al Chorro de Valverde, una cascada espectacular ubicada en Valverde de los Arroyos. Este paseo es especialmente agradable en otoño, cuando las lluvias aumentan el caudal de la cascada, y el bosque se tiñe de los colores dorados y rojizos propios de la estación.
Otro lugar emblemático es el Hayedo de Tejera Negra, uno de los hayedos más meridionales de Europa. Durante el otoño, este bosque se transforma en un verdadero paraíso natural, con sus hojas doradas cubriendo el suelo y creando un ambiente de ensueño. Es un destino muy popular entre los aficionados al senderismo, la fotografía y el turismo de naturaleza.
Recolección de setas
El otoño en los «Pueblos Negros» no sólo es un festín para la vista, sino también para el paladar. La recolección de setas es una tradición profundamente arraigada en la zona. Durante los meses de septiembre y octubre, los bosques se llenan de aficionados a la micología que buscan recolectar níscalos, boletus, colmenillas y setas de cardo, entre otras variedades, para lo cual es necesario contar con un permiso micológico.
Gastronomía
Después de una jornada de senderismo o recolección de setas, los visitantes pueden deleitarse con la gastronomía local, rica en productos de temporada y platos tradicionales. Los restaurantes de la zona ofrecen especialidades como el cabrito asado, el cochinillo y las migas manchegas, elaboradas con recetas ancestrales que han pasado de generación en generación.
En resumen, visitar los «Pueblos Negros» en otoño es una experiencia que combina lo mejor de la naturaleza con el encanto de un patrimonio cultural y arquitectónico único. Desde los paisajes coloridos de la Sierra de Ayllón hasta los sabores tradicionales de la gastronomía local, estos pueblos ofrecen una experiencia completa que deja huella en quienes los visitan. Si estás buscando un lugar donde disfrutar de la paz y la belleza del otoño en su máxima expresión, éste es, sin duda, la opción perfecta para una escapada en familia en esta época del año.